EL MINISTERIO DE TRABAJO PREPARA CAMBIOS EN LA FORMACIÓN CONTINUA.
El Ministerio de Trabajo está preparando una Orden para facilitar la participación de los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo en actividades formativas. Es decir, eliminará trabas a la formación de los ERTE para ayudar a recolocar a más de 500.000 personas en dicha situación. El objetivo es flexibilizar la normativa que regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo y eliminar las trabas que entorpece el acceso de este colectivo a las acciones formativas que permitan aumentar su empleabilidad en un mercado de trabajo.
El Ministerio va a desarrollar apartados del Real Decreto ley 30/2020 de medidas sociales en defensa del empleo, que establece que los trabajadores que se encuentren en situación de ERTE o los de reducción de jornada laboral, tendrán la consideración de colectivo prioritario para el acceso a las iniciativas de formación del sistema de FPE en el ámbito laboral. En la actualidad no siempre se indica como prioritario la posibilidad de participación de estas personas en las distintas iniciativas de formación, o se imponen límites, lo que impide el acceso a los cursos de formación continua. Por ello, se podrán incorporar a cualquier programa de formación, con independencia del tipo y ámbito sectorial al que pertenezcan.
Dicha flexibilización afecta a todas las iniciativas de formación, tanto respecto de la oferta formativa de las Administraciones Públicas para trabajadores ocupados y desempleados, como respecto de la formación bonificada (programada por las empresas para sus trabajadores), y fomentar la participación de todos los trabajadores en ERTE. Para ello, la nueva orden especifica que estos trabajadores no tendrán la consideración de parados, sino que mantienen una relación laboral con la empresa. Por ello, podrán participar de la oferta formativa para trabajadores desempleados, y también como ocupados en los planes específicos de Oferta o Demanda, y siempre con la consideración de prioritario para el acceso a las iniciativas de formación.
Al mismo tiempo, los agentes sociales le piden al Ministerio que desarrolle mecanismos eficaces para la formación y recualificación de los trabajadores de cara a su capacitación, especialmente en el ámbito digital y tecnológico, para acceder a los puestos de trabajo que se creen tras la finalización de las crisis del covid. Por otro lado, el Banco de España ha apostado por compaginar los ERTE con trabajos en otros sectores o empresas para no retrasar la vuelta al mercado laboral de los empleados de las actividades más afectadas por la crisis, como la hostelería o el comercio, así como impulsar la formación en competencia tecnológicas.
También se ha presentado un plan de impulso a la formación del trabajo autónomo con 3,4 millones, que consta de tres ámbitos, uno centrado en las actuaciones de asesoramiento y reorientación para emprendimiento, y otros vinculados a actuaciones de difusión y comunicación y a detectar necesidades formativas de los autónomos.
Por último, varias CCAA firman un protocolo común sobre actuación en formación y empleo ante la situación del Covid. Han acordado la puesta en común del impacto que está teniendo la Covid en el desarrollo de las actuaciones formativas y las medidas de flexibilidad en materia de formación, también el fomento y extensión de la teleformación en las convocatorias de formación para el empleo. Se busca combinar la calidad de los cursos de formación y la seguridad jurídica de todos los alumnos y profesores.